¡Feliz Navidad y próspero Año Nuevo! Os deseo de corazón que paséis unas Felices Fiestas, os reunáis toda la familia, comáis mucho turrón, bebáis mucho mmm champagne o cava, os pongáis las botas de centollos, langostinos y a reventar de «porcella amb patatons» en Mallorca, que el 2014 nos libre de tanto político corrupto y nos devuelva nuestros quillones con la miniela, nos toque el Gordo, ya más bien escuchimizado a estas alturas, sino siempre nos puede tocar el Cuñado, ¡ains! no, el Niño, ya, ya , lo dejo que se me va…
¿Que nos toque?
Una reseña, basta ya de cachondeo con el anuncio de la Lotería de Navidad, un respeto a los artistas, a los músicos, a los cantantes, cada uno tiene su profesión, su trabajo, ¿os creéis que hoy en día es fácil vivir, trabajar de la profesión de artista? Jolín pobre triunfito, junto Marta Sánchez y su potente chorro de voz, allí sólo faltaba Melendi y Dani Martín eso es sobrevivir de un trabajo, el de canta mañanas, ya no quiero decir nada de la Niñita Pastori, a punto de arrancar con un zapateado, que parecía que le acababan de pisar los callos. Y bueno, de Raphael, buffff, si, artista y cantante lo fue, hace 40 años, pero … ¿se ha tragado unas castañuelas?
¿A quién se le ocurre tal abominable idea de juntar tal elenco de artistas y funambulistas? Lo que encuentro realmente humillante es pedirle a alguien como Montserrat Caballé, participar en tal circo, lo llamo así, no por querer ofender al gremio, sino por lo estrafalario, claro está Montserrat Caballé es y ha sido siempre una SEÑORA y nunca se ha sentido por encima de nadie, demasiada guasa he leído estas semanas sobre este tema, al que tenga un poquito de idea sobre Música y conocéis la trayectoria de tal artista, lo difícil es bajar a la altura del resto de bufones. Y bueno, del repone bombillas, lo dejaría a lo tamborilero #yyaestá.
¿Feliz? El Corte Inglés.
Yo me pregunto, cuando a mediados de octubre, por que es así, empiezan a bombardearnos en televisión, con anuncios de fragancias, bombones, nuevos productos de última tecnología, que si eres tonto o no lo eres, etc… ¿qué pasa, somos menos felices si no tenemos dichos productos? ¿Acaso empieza a embargarnos una angustia de como vamos a sobrevivir o a conseguir el cash para conseguirlos y así poder enfrentarnos a nuestro entorno sin estar a la última? Porque, sí, al banco, tarjetas de crédito, al anticipo sobre la nómina de marzo, podemos enfrentarnos, pero, si no tenemos el último smartphone, la televisión que predice cuando vas a ir al w.c. la lavadora que te fríe patatas, o el robot-aspirador que le cambia los pañales al niño, no somos nadie, eso sí, da igual si aquí confunden Manacor como capital de la #isladePalma, eso no importa. vivimos en #Spañistan. En definitiva, nosotros vamos a vivir una falsa felicidad, porque vamos a estar pagando eso durante 6 meses mínimo, porque hay que vivir la Navidad y quien va a ser super feliz va a ser El Corte Inglés, que te lo va a financiar sin gastos, créetelo tú, juas, juas.
- Niños
Aclarando que no soy madre, ni tengo ese instinto maternal que tienen muchas mujeres, voy a dar mi opinión sobre algo que me parece aberrante en pleno siglo XXI, a parte de la educación que se está impartiendo a los niños y no tan niños y no me refiero, a la que se imparte en los centros educativos, ya que eso es responsabilidad de nuestros políticos… Tocando la educación por parte de padres y resto de familiares, los regalos y juguetes con los que se pretende entretener, ya que el educar, hoy en día prácticamente no se estila, es del todo vergonzoso, tanto juguete #interactivo, que nos venden como educativo, mini portátiles para todas las edades, consolas, teléfonos móviles, muñecos que enseñan idiomas, lo más increíble es que los adultos se crean tales patrañas o peor, que se sometan a la manipulación de «¿y si sus amiguitos lo tienen, el mío no lo va a tener?». ¿Qué fueron de esos juguetes en los que se tenía que utilizar la cabeza para divertirse? ¿Esos juegos en que los niños se reunían y compartían tardes de risas y meriendas? Hoy en día se ha perdido el saber jugar, el sentir, y el divertirse, por supuesto el juego educativo.
Si tenéis un ratito, vale la pena ver este documental, por el bien vuestro y de los niños: Vuelve a Jugar
Empatía
Personalmente no sé qué ocurre en estas fechas, me da la sensación que se duplica la cantidad de gente por las calles, que van hasta arriba de tripis y que sí o sí se tiene que ser felíz a muerte. Te sientes obligado a felicitar a todo el mundo, a celebrar las Felicitísimas Fiestas y reunirte te apetezca o no con familia que sólo ves en estas fechas, en bodas y funerales, gastar la paga extra, si tienes la suerte de tenerla en estos tiempos en regalos tanto para personas que quieres como para gente que te repatea y todo ¿porqué? Pues, porque es Navidad y porque han degradado el significado de esa festividad a eso, comer, beber hasta reventar y gastar hasta endeudarte y sobretodo, fingir hasta asquearte. Para quienes lo disfruten de corazón, tenga la suerte de sentir estas fiestas suyas y poder disfrutar de todo lo bonito que tienen, genial, perfecto, enhorabuena, sólo una petición, respeto y aceptación, para los que no tienen esas suerte, porque la verdad, pasan un infierno, tanto machaque, destroza a cualquiera.
- Economía.
A veces las ganas de irradiar tanta felicidad ciega ante las situaciones personales de los demás, posiblemente personas muy cercanas a uno, también quisieran celebrar las Navidades comprando regalos para sus seres queridos, cenando de restaurantes o en casa sin tener que privarse de nada, o simplemente tienen familia fuera y quisieran pasar algunos días con ellos, pero… la cartera no está para esos gastos, alguna vez lo habrán comentado y muchas contestaciones habrán sido: «Bah, si miras con tiempo, seguro que encuentras, esto y lo otro barato», esas personas, seguramente, nunca lo han pasado mal económicamente. Así que el primero, el que va sobrado, que respete y acepte que existen personas que no lo están pasando bien y estos últimos años aún más y que intenten tener un poco más de cordura, a la hora de airear su felicidad por todos los poros de su piel. Los segundos, seguro que ya llevarán un tiempo sin decir ni mú sobre su situación, cansados de tanto «listo».
- Familia.
Por una cosa o por otra, este tema nos acaba doliendo a todos, así que si no es este año, será otro, si no ha pasado tiempo atrás, familias que se llevan mal, matrimonios rotos, niños que se comparten, seres queridos que se han ido, o vivir lejos de la familia y más últimamente a causa del trabajo, en todas las familias pasa. Tanto el mal rollito, como la añoranza, estas fechas se acrecenta, más cuando te dan el «vuelve a casa por Navidad» y tanta película yankee desde octubre, la verdad yo no me creo que allí todo sean familias super happy de la vida en chaletitos con jardín mega fashion, ¡vengaaaa! Ah! y que Santa Claus nunca se quede atascado en la mini chimenea, pfffff
Pues familias con el estereotipo yankee, más de lo mismo, un poquito de tacto.
- Sentimientos.
También están las personas que por mil motivos, ya que todos somos distintos, no toleran estas fechas, creencias, acontecimientos pasados, traumas o porque no les sale de las campanas. Así que si esas personas aguantan los dos meses de Navidad y peces en el río, también se les debe respetar y no meterles turrón hasta las orejas.
Altruismo.
La verdad, todas las costumbres españolas navideñas no las conozco, las mallorquinas sí, pero creo que comenté y dí mi opinión sobre ellas en mi post #MallorcaStyle. Yo me quedo con la «porcella amb patatons» y el Belén, el resto que cada uno haga lo que quiera en su casa, a mí tanta comilona, tanto monigote colgando del balcón y tanto botellón me parece una mamarrachada, pero por eso hago lo que me apetece y como no hago daño a nadie, #taldiafaraunany.
Lo que sí es común en toda festividad Navideña es el altruismo, el compartir, no el gastar pactado. Compartir con el necesitado, estoy viendo muchas movilizaciones con ONGs, ya que el resto del año la gran mayoría no participamos de estas iniciativas, hagámoslo en Navidad y gastemos un poco menos en tanta cena y tanto regalo, de verdad que os sentiréis mejor. Si sabéis de alguien que no tiene con quien celebrar las Navidades, invitadlo a vuestra mesa, notaréis que vuestra casa cambia de energía. Ese es el verdadero espíritu navideño. Y al Corte Inglés, que le den.
Felices Fiestas
#porquenosotroslovalemos
Eliocesca